WEB DEL ARCHIVO HISTÓRICO DIOCESANO
Tipología documental
Las mismas fechas que establecen o marcan los diferentes tipos de vida de los documentos y por lo tanto su paso por las distintas fases del archivo, nos señalan que, habiéndose creado el Obispado de Getafe en 1991, no existan documentos diocesanos con valor histórico. Por otro lado, aunque en este archivo también se encuentran depositados los fondos de la Catedral Santa M.ª Magdalena de Getafe, cabe señalar que ésta toma su denominación con la erección de la diócesis, por lo cual la documentación histórica que encontraremos en su archivo se basa en el tipo de templo que fue en sus orígenes: una iglesia parroquial. Con todo ello, la tipología documental que nos disponemos a definir en esta sección, son las series documentales propias de los archivos parroquiales, que bien se encuentran depositados en el archivo histórico diocesano o dispersos por la geografía de nuestra diócesis. Estas series por su origen (órgano productor) tiene unas características muy peculiares y significativas.
Valor informativo de los libros sacramentales
Los registros civiles en España no nacen hasta 1871, por lo que anteriormente la única fuente de carácter demográfico que existía eran los Registros Parroquiales. De ahí que el actual auge por la genealogía este incidiendo de una forma directa en el acceso a los archivos parroquiales, considerándose en muchos casos una avalancha para la que nuestros archivos no se encuentran preparados. A través de los registros parroquiales podemos realizar diversos estudios: Estudios demográficos: índice de natalidad, índice de mortandad, crecimiento demográfico, etc. Estudios sociológicos: movimientos migratorios, nivel social de la población, tipo de sociedad (industrial, agraria) etc. Estudios médicos/sanitarios: estudio de epidemias, causa de mortalidad, condiciones higiénicas, etc.
Estos libros recogen, en forma de acta, los bautizados/as de una parroquia durante un período cronológico determinado. No podemos hablar de una forma estándar o sistematizada de presentar la información, ya que el registro de los asientos depende de diferentes elementos tanto históricos (época), geográficos (parroquia) o humanos (persona encargada de la anotación). Los datos fundamentales que se suelen recoger son los siguientes: fecha crónica (día, mes y año), nombre de la parroquia, fecha tópica (localización geográfica), nombre de ministro que celebra el sacramento, nombre del bautizado y de sus padres, nombre del padrino y de los testigos. Para dar fe y legalidad, cada registro va firmado por el ministro que figura como celebrante y en algunas situaciones por el sacristán. En ciertas ocasiones, la información que ofrece es más detallada, apareciendo datos como: fecha tópica y crónica del bautizado, nombre de los abuelos maternos y paternos, al avanzar en el tiempo podemos encontrar notas marginales que nos indique si el bautizado/a ha recibido con posterioridad otros sacramentos como la confirmación, el matrimonio, si han recibido el orden sacerdotal o han ingresado en instituciones religiosas, etc. Puede incluso dar detalle de la posición social de la familia, indicando la profesión del padre y de los abuelos, si era “Pobre”, etc.
Este tipo de libros suelen presentarse en las parroquias de mayor entidad. En la mayoría de los casos, la información sobre los confirmados aparece en los libros de bautismo, donde se recoge la fecha de la confirmación, el celebrante y a continuación mediante un listado se enumeran los nombres y apellidos de los que reciben el sacramento de la Confirmación, la edad y el nombre de los padres. Junto a estas series documentales podemos encontrar también otros documentos relacionados con ellos: expedientes matrimoniales, alegatos, dotes matrimoniales, solicitudes de bautismos, certificados de defunción, etc.
En estos libros se recogen los matrimonios celebrados en una iglesia parroquial durante un periodo de tiempo establecido en las fechas extremas. Los datos, que hemos identificado como básicos en los libros de bautismo, también los encontramos aquí, figurando en este caso el nombre de los contrayentes y de los padres de éstos. Reflejan, además, otros datos que dan validez y hacen verdadero matrimonio como son las fórmulas “mutuo consentimiento”, “no habiendo resultado legítimo impedimento”, o indicando las fechas en que se realizaron las “amonestaciones que el santo concilio tridentino y constituciones sinodales manda...”, el estado civil de los contrayentes (soltero/a, viudo/a, es primer matrimonio, ...). Para concluir cada registro, se da validez con la firma del ministro celebrante de dicho matrimonio.
Libro que recoge las defunciones de una parroquia y otras instituciones adscritas a ella (como hospitales, residencias de ancianos, manicomios...) en un determinado periodo de tiempo. Los datos que figuran en ellos son muy similares a los ya citados: fechas tópica y crónica nombre de la parroquia y del ministro celebrante, nombre del difunto, edad, nombres de los padres (si está soltero) o del cónyuge (si estuviera casado), dónde fue enterrado. En ocasiones puede llegar a figurar el nombre de la persona ante quién testó, a quién deja por albaceas, e incluso el propio testamento. Para terminar la inscripción se utiliza la frase “mando lo siguiente” para continuar enumerando el número de misas, y su razón (p.ej. 4 misas por su alma), junto a la cantidad que paga por dichas misas. Es también significativa la información sobre la causa de la muerte, la indicación de si era párvulo (considerado como tal hasta la edad de 7 años), etc. En las parroquias de cierta magnitud, y debido a la crecida mortalidad infantil, los libros de difuntos de párvulo se hacían por separado (como en el caso de Sta. Mª Magdalena de Getafe).
El Concilio de Trento dispuso que se llevase con total fidelidad el registro de las cuentas parroquiales en estos libros. En ellos, se registraban los ingresos y los gastos de la fábrica de la iglesia. Estas anotaciones eran hechas por el mayordomo y se revisaban con motivo de las visitas pastorales realizadas bien por el obispo diocesano o por el visitador eclesiástico en quien se delegaba dicha actividad. Dentro del apartado de gastos podemos encontrar datos sobre el salario del sacristán, gastos de compra de las hostias, salario de la persona encargada del cosido y planchado, gastos de hacer el monumento... Es muy importante desde el punto de vista histórico-artístico ya que se toma nota de diferentes detalles en los casos de construcción o restauración de parroquias, tanto datos económicos (qué se paga por los diferentes conceptos) como históricos: arquitecto que realiza la obra, los autores a quienes se encargan las pinturas y esculturas que adornan la iglesia, etc. Como ingresos, aparecen los derechos de colecturía y oblatas de misas que de testamentos y capellanías se conceden, rentas obtenidas de las tierras que administra la parroquia, cargo de los censos de vecinos de la villa, ... Valor informativo de los libros de fábrica La información que podemos localizar en esta serie documental va mucho más allá de los datos económicos que en principio nos ofrece. Aunque nace con el objetivo de controlar económicamente el funcionamiento de las parroquias, con el paso del tiempo el valor histórico de esta documentación crece y nos permite conocer datos tan interesantes y valiosos a nivel histórico y artístico como la creación de las parroquias, arquitectos, pintores y escultores, evolución de los núcleos parroquiales, restauraciones a las que ha sido sometida una determinada iglesia en el transcurso de su historia, ... Se puede estudiar en distintos ámbitos geográficos, el poder de la iglesia en su sociedad, ya que se recogen los datos económicos de los bienes que administraban. Al igual que profundizar en la historia económica investigando el precio de las cosechas, los tipos de cultivo, el valor económico de las tierras, ...
Los libros de visitas sólo existen en aquellas parroquias de una cierta envergadura, por lo que esta información se recoge en los libros de bautismo o en los de fábrica. La información que se refleja es consecuencia de la visita del obispo o del visitador eclesiástico a una determinada parroquia. Una vez que se han llevado a cabo todas las actividades programadas por el párroco para la visita, se han revisado los libros parroquiales, los inventarios, etc; se levanta el acta donde figuran la fecha tópica y crónica de la visita pastoral, el nombre del visitador, las actividades llevadas a cabo y las medidas que deben tomarse para corregir un posible mal funcionamiento en dicha parroquia. Valor informativo de los libros de visitas Esta documentación permite hacer un estudio tanto de la población, ya que el párroco informa al visitador tanto de las características de los feligreses o parroquianos, como del funcionamiento de la parroquia (económico y pastoral), del párroco que está al servicio del templo (cómo realiza su labor pastoral, las anotaciones en los libros sacramentales, etc.). Ofrece una visión de la historia local, la espiritualidad popular, la riqueza de una parroquia (en los inventarios).
El volumen de esta serie documental es mucho menor, si la comparamos con los libros sacramentales, ya que en la mayoría de los casos suele conservarse en los archivos de las propias cofradías o hermandades. Antes de explicar el contenido informativo de esta serie, es imprescindible definir qué entendemos por cofradía y hermandad. Las hermandades y cofradías (que a veces también reciben el nombre de congregación, asociación de devotos, etc.) son asociaciones de fieles -de carácter público o privado- amparadas en el código de derecho canónico (ccs. 298 a 326) que tienen como finalidad el culto a los misterios del Señor, de la Virgen y de los Santos. Históricamente nacieron con la triple finalidad de la penitencia, formación de los laicos y obras de caridad. Estas definiciones nos ofrecen una perfecta idea de la información que podemos encontrar, ya que estos libros reflejan la actividad que en ellas se desarrollan durante determinados periodos de tiempo. En algunos de estos libros encontramos el decreto de su fundación, la lista de miembros, los reglamentos, etc.
Según el “Diccionario de Derecho Canónico” se define como fundación a la “afectación perpetua o duradera de una masa de una finalidad religiosa o caritativa, realizada mediante cualquier tipo de negocio contractual”. La información que ofrece es similar a la que ofrece el tipo documental descrito en el apartado 4, pudiendo en estos casos incluir el testamento del fundador, donde se incluyen las cláusulas para la fundación, las propiedades y rentas que dedica a ella, persona que deja al cargo, y en muchas ocasiones datos de carácter familiar y genealógico (árboles genealógicos de la familia del fundador). Valor informativo de los libros de cofradías y hermandades/fundaciones, capellanías y obras pías. Los datos que obtenemos de estos dos últimos tipos documentales son muy similares: datos económicos, estudios de espiritualidad, fervor religioso, poder económico de una población, estudios histórico-artísticos (imágenes que veneran, carroza, etc.) Estos son los tipos o series documentales más voluminosos e importantes que podemos encontrar en los diferentes archivos parroquiales, aunque también existen otros documentos no menos importantes como: libros de matrículas, misales, bulas, cantorales, sínodos diocesanos, boletines eclesiásticos, etc.
Inventarios de los fondos diocesanos
Archivos parroquiales transferidos de la antigua archidiócesis de Madrid-Alcalá
Archivos históricos de los municipios de la Diócesis de Getafe.